El pasado sábado vivimos unos de los pregones más sentido y hermoso de los últimamente pronunciados. Fran nos emocionó a todos rememorando pasajes del Barrio del Perchel y de su Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad y María Santísima de la Estrella
“Vámonos con el “Rey del Perchel”, alguien, con voz cálida desde el interior del Paso, animaba a sus compañeros y junto con ellos se disponía a realizar una chicotá de ensueño con ese cariño típico que ponemos en las cosas que nos apasionan. Este costalero era mi amigo Fran que tanto gusta de sentir los suspiros de Pasión y los pálpitos de los corazones de sus compañeros en chicotás celestiales que subliman el trabajo bien hecho de la gente de abajo.
Lo conocí trabajando a mis órdenes en un Paso de los lucidos y famosos que gozan del atractivo de la florida forma de andar. Por aquellos entonces también me propuse levantar la cuadrilla de esta Cofradía que, por extrañas y variadas vicisitudes, estaba atravesando sus horas más bajas. Sin yo pedir ni proponerle nada, se ofreció de forma directa a ayudarme como un costalero más. Esto podría suponer su madurez como cofrade.
Con el tiempo fue creciendo su devoción al Santísimo Cristo de la Caridad y con su comportamiento, con su actitud, con su amistad y siempre con una palabra amable para con sus hermanos, se ha ganado con toda justicia, el honor de ser hoy el pregonero del Señor del Perchel y de su dulce Madre María Santísima de la Estrella.
No es un orgullo menor contar bajo las trabajaderas con un verdadero amigo que se deja el alma, llevado por la devoción a su Señor del Perchel y su devoción como costalero de los que gustan desarrollar verdadero arte debajo de los Pasos.
Fran no es una persona tibia e indolente de las que únicamente cuidan de ser “políticamente” correctos. Es una persona de ideas claras, de las que ves venir “siempre de frente” como los buenos Pasos de Misterio.
“Vámonos con el “Rey del Perchel”, alguien, con voz cálida desde el interior del Paso, animaba a sus compañeros y junto con ellos se disponía a realizar una chicotá de ensueño con ese cariño típico que ponemos en las cosas que nos apasionan. Este costalero era mi amigo Fran que tanto gusta de sentir los suspiros de Pasión y los pálpitos de los corazones de sus compañeros en chicotás celestiales que subliman el trabajo bien hecho de la gente de abajo.
Lo conocí trabajando a mis órdenes en un Paso de los lucidos y famosos que gozan del atractivo de la florida forma de andar. Por aquellos entonces también me propuse levantar la cuadrilla de esta Cofradía que, por extrañas y variadas vicisitudes, estaba atravesando sus horas más bajas. Sin yo pedir ni proponerle nada, se ofreció de forma directa a ayudarme como un costalero más. Esto podría suponer su madurez como cofrade.
Con el tiempo fue creciendo su devoción al Santísimo Cristo de la Caridad y con su comportamiento, con su actitud, con su amistad y siempre con una palabra amable para con sus hermanos, se ha ganado con toda justicia, el honor de ser hoy el pregonero del Señor del Perchel y de su dulce Madre María Santísima de la Estrella.
No es un orgullo menor contar bajo las trabajaderas con un verdadero amigo que se deja el alma, llevado por la devoción a su Señor del Perchel y su devoción como costalero de los que gustan desarrollar verdadero arte debajo de los Pasos.
Fran no es una persona tibia e indolente de las que únicamente cuidan de ser “políticamente” correctos. Es una persona de ideas claras, de las que ves venir “siempre de frente” como los buenos Pasos de Misterio.
