viernes, 24 de octubre de 2008

TRINCHERILLA: Retransmisiones taurinas sin calidad

Hace ya catorce años comentaba con mi amigo y maestro en muchas cosas, José Luis Garrido Bustamante, con motivo de su venida a Ciudad Real para dar un pregón cofrade, que hubo un monstruo de la televisión en cuanto a su realización que se llamaba Ramón Díez que, con infinitamente menos medios de los que tiene cualquier televisión en nuestros días, tan pronto realizaba la retransmisión de un partido de fútbol como la retransmisión, por supuesto en blanco y negro, de una corrida de toros.

No se perdía ni un detalle de “El Cordobés” o el Amancio de turno. Entre otras cosas porque no se podían repetir las imágenes. Hoy en día, hay tantas repeticiones que llegas a perderte partes importantes de la propia retransmisión en directo.

En la retransmisiones de la mayoría de los festejos de nuestra cadena regional Castilla la Mancha Televisión, aparte de que es impresentable ver salir por los chiqueros más de un toro con los pitones sangrando, otros mal presentados sin trapío ninguno, adormilados y que su pujanza o fuerza se diluyen ante un supuesto picotazo.

Si además, a todo esto unes el ver tomas mal sincronizadas por el realizador, que se entiende que es un profesional, puedes encontrarte que en la ejecución de un muletazo o un capotazo, justo en ese momento, sacan el gesto del torero en un primer plano, cuando debería sacar un plano más abierto para que los espectadores podamos ver el cite, el paso por la jurisdicción del torero y el remate del muletazo.

Si además para colmo vemos, o mejor oímos, como el locutor que está en el callejón, sistemáticamente, cuando los toreros de plata que también son importantes, se disponen a banderillear y a lidiar el toro, hace una entrevista a una persona no que no interviene en el festejo, con la correspondiente falta de respeto a estos toreros y, por su puesto a los espectadores, vas notando que no te metes en el festejo. Más bien te sacan de él.

Bueno, pues ya llega el momento supremo, mientras los doctos presentadores o conductores, como se dice ahora, están defendiendo una serie de virtudes del toro y el torero que el paciente espectador no ve por ningún lado. El matador cuadra al toro para matarlo. En ese preciso momento, en el que el diestro ya se perfila, el realizador que tendrá un negocio de calzado o algo así, y si no él algún familiar, enfoca con precisión las zapatillas del torero, de tal forma que la mayoría de las veces cuando cambia de plano ya tiene enterrado el toro el estoque y no hemos visto la ejecución de tal estocada.

Uno llega a pensar si es que el realizador es ecologista y no quiere que sufran los espectadores por lo que nos priva de tan “bárbaro” y “primitivo” momento.
En definitiva, que los que no son demasiado aficionados, con estas retransmisiones se entretienen. Para los jubilados siempre será mejor estar cómodamente en casa que tener sufrir la incomodidad de una Plaza de Toros.

Lo malo es cuando van a los toros en las fiestas de su pueblo. Después de haber visto un puñado de corridas televisadas de esta forma, protestan por que no le hayan concedido al torero las dos orejas después de un infame “bajonazo”

Si, televisión, si pero con calidad. No tiene absolutamente nada que ver, en general, las corridas que retransmite cierta cadena privada, aunque te cobren algo, con lo que te “echan” gratis por la cadena regional.

Se da la circunstancia que otras cadenas regionales, como Canal Sur, Telemadrid o Canal Nou, utilizando el mismo formato y, algunas veces hasta las mismas imágenes, tiene bastante más calidad que nuestra insufrible Castilla la Mancha Televisión.

En algunas ocasiones, considerándome un aficionado taurino que fagocitaba todo lo que sea relacionado con nuestra Fiesta, he renunciado a ver una retransmisión realizada por nuestra cadena regional si no se trata de novilleros sin caballos o figuras muy atrayentes ante toros con un mínimo de trapío.

De todas formas hay algo que le tengo reconocer a esta cadena respecto a las retransmisiones taurinas: me han enseñado a ser selectivo. Muchas gracias señor García Candau.

martes, 21 de octubre de 2008

NI ESTÁN TODOS LOS QUE SON, NI SON TODOS LOS QUE ESTÁN






Estas son las primeras palabras que se nos vienen a la cabeza cuando vemos la relación de actos organizados con motivo del XXV Aniversario de la Hermandad de la Flagelación de Ciudad Real.

Cuando despegó esta Hermandad que, permaneció con su bella imagen en la semi-clandestinidad en una “tiendecilla” de ultramarinos esquina entre las calles Estrella y llamada por entonces de la Audiencia fue cuando su primer Hermano Mayor hubo de aceptar la invitación del resto de la Junta para que dimitiese pues él no sabía representar a la recién creada Cofradía en los distintos actos.

Lo primero que había que hacer era sacar a la luz a esta incipiente institución. No podía estar recluida en una habitación de una casa particular. Lo más inmediato y efectivo era salir en procesión a la calle cuanto antes. Por cuestión de cercanía, quien escribe estas líneas, que por entonces era concejal del equipo de gobierno de esta ciudad, pidió al Alcalde de entonces Lorenzo Selas, una reunión con la máxima autoridad de la Jerarquía de la Iglesia que por entonces era Monseñor Torija. Este Excelentísimo y Reverendísimo Señor nos convocó para pactar una serie de compromisos. Lo primero que pidió fue la desvinculación de la Hermandad con ciertos viajes que se organizaban con motivo de ciertas supuestas apariciones en El Escorial de la Virgen que ya por entonces era denominada como “la Virgen del Escorial”. Otra condición es que saliese de esa casa para lo cual él se comprometía a buscarnos un templo donde pudiese recibir el culto apropiado, cosa que todavía está por cumplirse.

Había que sacar los Hermandad a la calle y para eso hacía falta dinero y que alguien con prestigio, criterio, personalidad y experiencia que “tirase del carro”. Marcelino Abenza Corral, el que relata este pedazo de historia verdadera, Juan Luis Huertas, la familia Donaire que albergó en su casa la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Bondad y otros tantos más no figuran en los devaluados actos impregnados de falacias que se pretenden organizar, manipulando la historia. Ni el Hermano Mayor ni muchos otros que recibirán homenajes varios estos días, aunque ya eran hermanos, figuraron cuando había que “dar la cara” por aquella incipiente Hermandad y responder con nuestros patrimonios personales para pedir un préstamo a una Caja de Ahorros y así poder sacar la Cofradía a la calle.
Hay que ser justos con la historia y si el Hermano Mayor no lo quiere, yo, de esta forma trato de recordar a esas personas que además de hacer mucho por la Hermandad, hicieron otra cosa más importante: Realmente fueron los fundadores porque, gracias a ellos, se puso la Cofradía en la calle.

Parece mentira que el sempiterno Hermano Mayor, a pesar de la extensa preparación académica y su vasta formación cultural, no sepa que uno de los elementos más importantes de la historia es la objetividad, algo, que tras su actitud, brilla por su ausencia en tan solemnes actos.

Por último quiero que se sepa que Marcelino Abenza Corral, la familia Donaire, Juan Luis Huertas y el que escribe estas líneas, merecemos un reconocimiento. Como vemos la clara intención de no hacerlo, que se sepa que estas personas asumieron el trabajo y la responsabilidad de fundar la Hermandad. Antes de la intervención de estas personas era como semi-clandestina.

Esperemos que el Hermano Mayor y parte de su Junta de Gobierno salgan, de una vez por todas, del …error de describir la historia de esta corporación de forma tan parcial y subjetiva.
Sobre estas líneas la foto de la histórica recepción de nuestro Titular Nuestro Padre Jesús de la Bondad. Eran los iniciosde la Hermandad. Muchos de los que fiuguran ahí ni existen para la Hermandad a la hora de los homenajes ni los reconocimientos.

Hubo quien puso el vehículo para el transporte y una familia, la familia Donaire, nos abrió las puertas de su casa para albergar a nuestro Cristo.

Pensándolo bien, no quiero ni homenajes ni reconocimientos. El mejor homenaje es la devoción a nuestros Titulares. Ellos, por lo menos a mi, me han colmado de satisfacciones y me han dado mucho más que yo a ellos.

lunes, 20 de octubre de 2008

"Encuentra tu Consuelo..." (elegía a un fiel hermano) por Rocío Varela



La yema de tus dedos busca el Consuelo de mis lágrimas en cada suspiro que relato mientras escojo cada escalón de mi vida para seguir la rutina de mi barrio, hasta llegar a la altura del dintel de Tu Casa.

Mis retinas no alcanzan el sabor de Tu Consuelo, pero quizás en mis recuerdos encuentre esa agonía que provocas en mi piel al apretar mis nudillos, para llamar a Tus manos y que me indiquen el camino de mi Consuelo a través de Tu mirada.

Ese es el Consuelo que me queda… Tu boca. Laberinto nocturno de deseos de cualquier transeúnte que aprecie la comisura de Tus labios y alimente el tacto de su piel con Tu nombre.

Cada vez que me dispongo a mirarte recuerdo la voz de mi padre delante de Tu caminar… Cada vez que mi padre me mira, me late el corazón con más fuerza, ya que aprecio en sus ojos el sabor del Consuelo, Tu Consuelo, que ronda en la mente de ese hombre de riguroso negro, como las pestañas que decoran Tus pupilas, y en mis deseos de volverlo a ver de espaldas hacia las calles de mi ciudad… Sería un alivio para Ti, y para mí, mi Consuelo, que gracias a la mano de mi padre yo conozca el descanso de tu alma y el trazado de mis años.


Siempre que busco un rincón de mi soledad encuentro el Consuelo de Tu nombre grabado en mi pensamiento…


Rocío Varela.

lunes, 13 de octubre de 2008

TRINCHERILLA: Ramón Lorente buen picador y mejor persona

Otro amigo que desaparece y que seguro presenciará, a partir de ahora, los toros desde ese palco del cielo que cada día está más abarrotado de amigos y toreros. Seguro que desde allí se tiene otra perspectiva y se podrá ver todo con el aditamento del vecino de al lado que casi sabe más de toros.

Ramón Lorente fue, además de un gran picador, una gran persona para el que todo estaba bien. Era cordial y afable y tenía siempre una palabra de concordia y sabiduría mezclada con una contratada experiencia.

Uno, desde que era jovencito, no ha conocido otro picador toros en nuestra ciudad que no fuese Ramón. Yo desde siempre lo veía mucho por mi barrio y lo miraba de arriba a abajo, y lo admiraba porque ser picador de toros era algo, además de poco usual, era ser un hombre de fuerza física privilegiada y que además suponía manejar con cierta maestría una animal tan peculiar como el caballo.

Se recorrió toda España con Calatraveño que fue el torero que con tanto cariño aceptamos todos como el torero de la tierra. Ramón era como el picador de la tierra nuestro picador. Posteriormente anduvo también enrolado en la cuadrilla de Antonio Sánchez Puerto.

Siendo uno un jovenzuelo, cuando toreaba en Las Ventas José o Antonio, me dirigía como paso previo a ubicarme en la localidad de la Plaza, al patio de caballos a saludar a Ramón, que allí se encontraba adaptándose al caballo que utilizaría después. Cuando lo saludaba te recibía con un cariño y una amabilidad entrañables. Creo recordar que alguna vez llegó a bajarse del caballo para darme la mano.

Por eso mi recuerdo de esta gran persona siempre será muy grato. Era verdaderamente entretenido conversar con él porque siempre tenía el comentario oportuno. Contando anécdotas te dejaba con la boca abierta y tenía un gracejo que a todos nos encandilaba con facilidad.

Ángel Cerro, critico taurino que también ya goza de su localidad en el palco del cielo, me contaba que, durante una entrevista que estaba haciendo a Ramón para la radio, le pregunto: ¿le ha gustado el ganado que se ha lidiado de esta tarde? Ramón contestó: silencio y la inusual forma de “si” y a continuación se produjo un extenso e inusual silencio. Ángel para tratar de aliviar ese silencio y la brevedad con que contestó, añadió: Pues estás son las palabras de Ramón Lorente, picador de Calatraveño, que como habrán podido observar, ha sido muy escueto. Al oír esto Ramón saltó rápidamente: “Oye Ángel que esto no es cuento. Esto es verdad”.
Así era Ramón, todo nobleza. Se nos ha ido el iniciador del oficio de picador de toros. Posteriormente el camino iniciado por él, ha sido muy dignamente continuado por su yerno Juan Charcos y el entrañable Ignacio Sánchez.

domingo, 12 de octubre de 2008

A Magdaleno, un buen capataz y un buen amigo

Ha sido especialmente grato haber encontrado en tu blog “Ciudad del Arte” (costalerosdelarte.blogspot.com) los elogios y alabanzas que dedicas a mi humilde persona. Es ilusionante que, lejos de envidias y recelos de los que yo llamo “galácticos del martillo” y los cobardes que se agazapan y se enmascaran en la cobardía de un “nick” dentro de los foros de internet, haya personas como tu con criterio propio y personalidad dentro del mundo de las Cofradías de nuestra ciudad.

Tu sabes que lo que se ha ido construyendo en la Semana Santa de esta ciudad, a lo largo de treinta y ocho años ha sido obra de unos cuantos “locos” que hemos recibido el apoyo y el estímulo de gente como tu, dispuesta a colaborar y a construir parte de la historia cofrade de nuestra querida Ciudad Real. Lo reflejas de la mejor de las maneras en tus entradas tituladas “Los Maestros”. Ese es el mejor homenaje que podemos recibir quien metimos nuestro hombro para conseguir la dignidad de una tradición tan nuestra. Nos sobran “diplomas” oficiales de otros tipos.

Fuiste de los primeros que soportaste con tu costal el peso de esa preciosidad que salió de las manos de Luis Marco Pérez y que tuvisteis el acierto de denominar, tu entre otros, Cristo del Amor. Cuando Marcelino Abenza Corral diseñó las parihuelas e hizo posible lo que parecía una quimera y se formó una entusiasta cuadrilla mandada por Antonio Señas, mucha gente creía que esa empresa era poco más que de locos.

Pues no, el Santo Descendimiento del Santísimo Cristo del Amor, salió y se paseó con toda majestad y elegancia por toda la ciudad. No sólo aquel año, sino muchos más llevando tú el martillo y dotando, si cabía, de más elegancia a la forma de andar de tan impresionante Misterio.
Por una serie de circunstancias, entre otras la mezquindad de parte de nuestros dirigentes cofrades, hemos tenido que padecer el lánguido tránsito de tan singular Paso a ruedas, sin que por parte de ciertos “galácticos” se atisbase la posibilidad o el resquicio de cualquier tipo de ayuda.

La Hermandad me ha pedido si puedo volver a hacer una cuadrilla y sacarla a costal tal y como habéis hecho tan dignamente durante muchos años. Yo sugerí la posibilidad de que lo pudiésemos hacer conjuntamente tú y yo como capataces. Nada me habría hecho más ilusión, pero se me niega esa posibilidad.

No obstante, la empresa es algo complicada pero creo que con la ayuda del Santísimo Cristo del Amor podremos conseguir una cuadrilla de valientes costaleros para pasearlo como se debe el próximo Viernes Santo por nuestras calles.

Yo todavía no he dado mi palabra definitiva pues lo estoy intentando y me comprometí en dar un “sí” o un ”no” el Uno de Enero de 2009. Sabes que si lo logramos estaréis tu y tu familia siempre presentes en mi mente pues sé, con toda seguridad, que la devoción por ese Cristo no os la van a quitar ni el “Gran Jefe” de las Cofradías ni su corte de zafios felones. Pero, en fin, es lo que tenemos y permiten la mayoría de los Hermanos Mayores. Un abrazo muy fuerte y que sigas reconociendo, con la nobleza y lealtad que lo haces, quienes somos, tú incluido, los verdaderos acreedores de un homenaje que consistiría únicamente en una cosa: el reconocimiento. Nada más.

A partir de ahora me tendrás a tu disposición en el Blog “chicotás y trincherillas” (chicotasytrincherillas.blogspot.com) en el que quedará publicada esta carta. Un abrazo.

jueves, 9 de octubre de 2008

TRINCHERILLAS: Para algunos impera el morbo sobre el arte y el oficio

Es curioso que tras la gesta, que no gesto, que realizó el pasado día 3 el torero Miguel Ángel Perera que se encerró en la Plaza de Toros de las Ventas, la gente y algún aficionado sólo habla de las dos cornadas con que se mantuvo en pie y toreando el extremeño.

Uno que ya lleva vistos unos pocos festejos taurinos, estaba acostumbrado a ver que cuando un torero resultaba cogido, en un derroche de pundonor y de valentía y profesionalidad, lo más que se limitaba era a matar al toro con mayor o menor gallardía y, acto seguido se metía en la enfermería y se entregaba a las asistencias necesarias.Lo que no es lógico es hacer esperar al público cuarenta minutos, para intentar salir después de haber sido intervenido quirúrgicamente. Cuando eso se llevó a cabo por Miguel Ángel Perera, ni que decir tiene que los espectadores ya estaban con la mano en el bolsillo asiendo el pañuelo para que, a la mínima que hiciese el diestro, solicitar la concesión del apéndice del toro aunque se acabase con la vida del mismo de forma indecorosa con un bajonazo.

Da todo igual. El torero es un valiente y se lo merece todo. Da igual que haya estado o no por encima del su oponente.

Curiosamente, después del pasado día 3, no recuerda casi nadie las excelencias del toreo realizado en los cinco toros que mató. Es más ha habido cronistas que, eso sí, con todo respeto han hablado de la falta de peso específico de las faenas realizadas por el torero doblemente cogido. Algunos vimos una falta de acoplamiento general en las faenas premiadas, con un toreo perfilero y abusando del pico de la muleta para vaciar hacia fuera las embestidas, cuando no era una sucesión intermitente de enganchones.

No obstante, según algún sector del gran público se consideraba de cumplimiento obligado otorgar al matador el trofeo por que, ni más ni menos, había aparecido en escena la sangre humana.

Esa es la última moda de los gustos de un sector de espectadores taurinos acostumbrados a que ciertas “figuras” “engrandecen” su existencia con el aditamento del morbo de una cogida o una voltereta que deje al torero con el vestido y el rostro ensangrentado. A partir de ahí se duplica el valor del muletazo y aumenta considerablemente la posibilidad de la concesión de trofeo o trofeos.

A grandes cantautores y bohemios de visa oro, que algunos llaman artistas, se les llena la boca de adjetivos como histórico, sin igual, único…etc. Respecto de un determinado matador que no se deja televisar y torea “perritoros” creyendo que tiene el mismo sitio y los mismos reflejos que seis años atrás.

Esto influye de manera decisiva y aumenta considerablemente la probabilidad del que el diestro sea cogido o, como mínimo, volteado, algo que parece que ya va incluido en el precio de la entrada para solaz del público morboso.

Y es que, ya no nos fijamos en la habilidad de los matadores en la exhibición de su oficio ni en la inspiración y propensión al arte y a la plástica desarrollada por otros. Parece ser que cuenta y mucho, según los noticiarios de las distintas televisiones. Cuentan mucho las cogidas y si son de “famosillos” que además pasan modelos, mucho más.

Desde aquí queremos reivindicar el arte y el oficio en el toreo. Desgraciadamente cada vez se hace menos. ¿Alguien se acuerda de la dimensión desde el punto de vista taurino de las faenas realizadas por Miguel Ángel Perera? No. Únicamente queda a la gente en el recuerdo la gesta de continuar en pie a pesar de estar doblemente cogido. Únicamente y, por desgracia, para algunos impera el morbo y se antepone al arte y al oficio.

GÉNESIS: "A esta es" y que "Dios reparta suerte"

Cual si de un Paso presto a levantar se tratara o un imaginario patio de cuadrillas donde uno, eso si, bien liado en su capote de paseo se dispusiera a iniciar el paseíllo. Así con la misma responsabilidad y casi con el mismo miedo, me dispongo a iniciar una nueva singladura tomando como argumento el arte de llevar los Pasos y hacerlo bien, sin perder la esencia de lo que es pasear a Cristo y a su bendita Madre, y el arte de los toros que también sublima el alma y nos hace sentir de forma sobrenatural algo perfectamente denominado como Fiesta Nacional, vocablos denostados por los que no aman este mundo,pero que quieran o no quieran tendrán siempre su espiritual vigencia.

Mi más cordial bienvenida a todos aquellos que compartís de alguna forma estos sentimientos y os hacéis cómplices junto con esta humilde persona en el gran “delito” de decir la verdad le pese a quien le pese.