sábado, 20 de diciembre de 2008

EL TORERO DE SEVILLA

José Luis Garrido Bustamante





Mi buen amigo y gran conocedor y degustador del toreo sevillano, José Luis Garrido Bustamante hace la siguiente reflexión sobre el tema en cuestión.

Me preguntaron meses atrás cual era, según mi criterio, el torero de Sevilla en la actualidad y yo, recopilando datos en la memoria, me atreví a opinar diciendo que debo partir de la época dorada de Joselito y Belmonte. Porque entonces Sevilla no tenía un torero, sino dos, que la tarde aciaga de Talavera de la Reina dejó limitado a uno. No se sabe cual llevaba más gente a la plaza. Tanta afición llenaba los tendidos que, como es sabido, el torero de Gelves supuso que había para dos cosos y patrocinó la Monumental que compitió poco tiempo con la Maestranza .

Cuando faltó Joselito, Belmonte fue el torero de Sevilla, pero sin olvidar nunca al torero muerto.

Un espada que llenó la etapa siguiente signada por la tragedia de Talavera fue Ignacio Sánchez Mejías, además de matador presidente del Betis,autor teatral, presidente provincial de la Cruz Roja de Sevilla y contertulio de los mejores poetas de la generación del 27.

Al morir Ignacio como consecuencia de la cornada de Manzanares,se quedó solo Chicuelo que estaba con él en lo más alto del escalafón, el autor de las chicuelinas, cuya forma personalísima de interpretar las suertes llenaba, según escribían los cronistas de la época, de aroma, arte, talento y gracia la plaza entera. Manuel Jiménez concedió la alternativa a Manolete que fue el triunfador absoluto de la Feria de 1940. Pero ese año, el quince de agosto, tomó la alternativa Pepe Luis Vázquez y, desde entonces hasta su retirada, hizo suyo el cetro.

Creo que de Pepe Luis hay que saltar a Manolo González e inmediatamente a Curro Romero que ha ocupado el puesto máximo en las preferencias de los sevillanos desde que debutara en la Maestranza en mayo del cincuenta y siete, tres años después de haber iniciado su andadura profesional, hasta que se retirara por sorpresa, entrado el otoño del año 2000. A su lado han brillado luminosos astros del universo taurino nacidos en Sevilla o en los pueblos de su alrededor y queridos y encumbrados por la afición: Diego Puerta y Paco Camino en los sesenta… Espartaco, monarca del toreo de su tiempo, desde los ochenta, saliendo por la Puerta del Príncipe cinco veces, las mismas que Curro… Manolo Vázquez tras su espectacular reaparición…

Después de la retirada del Faraón de Camas, que concedió quince alternativas en el Coso del Baratillo y compartió muchos carteles primero con los padres y luego con los hijos, Morante y el Cid son hoy los más claros aspirantes a ocupar el trono vacío.

Morante es de la Puebla. El Cid, de Salteras. En muchos ciclos taurinos, el torero de Sevilla no ha salido de la capital sino de alguno de sus pueblos cercanos.No se olvide que la primera oreja que se cortó en la Maestranza, el 30 de septiembre de 1915 , fue a las manos de Joselito el Gallo, que era de Gelves.

Su competencia con Belmonte fue tan extrema que la empresa los enfrentó mano a mano en reiteradas ocasiones. Y tanto tirón tenían estos carteles que había que duplicarlos. De esta forma se enfrentaron a encierros de Santacoloma y Gamero Cívico los días 18 y 19 de abril de 1915 y repitieron el 23 y el 26 del mismo mes del año siguiente con toros de Albaserrada en el primer cartel y de Murube en el segundo.

La historia parece que quiere empezar a repetirse.Morante y el Cid lidiarán mano a mano la corrida de toros de Victorino Martín en la próxima Feria de Abril de Sevilla. Una gran noticia que,como seguramente conocen ya los lectores de estas líneas, acaba de desvelar la empresa Pagés en un encuentro con los medios de comunicación, celebrado en la finca de Pedro Trapote en El Castillo de las Guardas en el que estuvieron presentes los gerentes de la Empresa, Eduardo Canorea y Ramón Valencia, el ganadero Victorino Martín y los espadas.

Los dos intérpretes más cualificados de dos concepciones diferentes del arte de torear del actual momento de la Fiesta olvidan pasajeras rencillas y abren un capítulo nuevo. Morante ha dicho de él que es “más fructífero para Sevilla y para el toreo”. El Cid, que “a la afición hay que darle tardes como ésta”. Que así sea.

jueves, 18 de diciembre de 2008

35 AÑOS DE PASIÓN Y DE ...PAZ


Tras 35 años transcurridos tratando de aportar algo a mi ciudad desde el punto de vista cofrade, no queda más que pedirle a ese Niño que, en apenas cinco o seis días estará nuevamente con nosotros, nos traiga Paz pero PAZ con mayúsculas. Aunque la Paz es importantísima no lo es menos importante esa PAZ interior que todos los hombres necesitamos para poder conseguir la otra.

Esa Paz que evite mirarnos el ombligo y las inconfesables ganas de otorgar una especie de “excomunión” que desde determinadas jerarquías se expele cual vómito de fuego contra personas de personalidad y criterio, con la única causa de ese pecado tan humano e insuperable como es la envidia por parte de ignorantes e iletrados.

Esa Paz que evite “hacer leña del árbol caído” creyendo que, pisoteando al débil, se hace creer la grandeza y el poder que no hace sino aumentar a cotas insospechadas la más miserable de las estulticias con un estúpido afán recaudatorio.

Esa Paz que estimule la relación con los semejantes aunque piensen de distinta forma y asumir cualquier tipo de crítica contra un inmovilismo cada vez más feroz en las Cofradías propiciada por el vértigo que se produce desde el púlpito de las comisiones delegadas que se olvidan que su “poder” dimana de las propias Hermandades.

Esa Paz que procure desproveernos de fútiles protagonismos y sepamos relacionarnos con los demás, aunque sólo se resuma esa relación, por aquello de “cubrir el expediente”, al día de la salida penitencial de la Cofradía y manifestar su mejores deseos desde algo que hasta ahora, han sido palabras tan huecas como “dirección espiritual. Eso no. Perjudicar a determinadas Hermandades, si.

Esa Paz que nos haga ver que debajo de los Pasos hay personas con una buena voluntad más que contrastada y con un corazón que no les cabe en el pecho, a pesar que a muchos dirigentes les “importa el rábano” el esfuerzo que hacen y la longitud exagerada de ciertos recorridos.

Esa Paz que vemos y admiramos en esas incansables personas que, a pesar de haber sido menospreciadas por ciertos indeseables dentro de este apasionante mundillo, siguen construyendo y contribuyendo a la grandeza de nuestra Semana Santa sin necesidad de diplomas artificiales ni reconocimientos por varas doradas de ningún tipo.

Por eso, desde aquí, tengo que pedirle a ese Niño Dios que vuelve a nacer entre nosotros que siga proporcionando esa Paz interior a personas como Marcelino Abenza Corral, Magdaleno León Turrillo, Manuel Gutiérrez Aragón, Marcelino Abenza González, Ernesto Naranjo Sereno…y otros muchos más que con su trabajo y con su ilusión han contribuido al engrandecimiento de nuestra Semana Santa que unos poquitos pretenden utilizar como algo suyo privado, empleando para ello comportamientos dictatoriales e inquisitoriales.

Pero por mucho que quieran, por mucho que abran expedientes simplemente por decirles que están actuando como dictadores, nadie nos privará de emocionarnos con la filigrana y el arte de la chicotá de un Palio bien llevado, con el señorío y sobriedad de un Paso de Nazareno o con el andar valiente de un Paso de Misterio.

Desde aquí sólo le pido a ese Rey pobre que nació en un pesebre y que fue perseguido gran parte de su vida, Paz interior para todos

miércoles, 17 de diciembre de 2008

UN LARGO Y CRUDO INVIERNO PARA ALGUNOS TOREROS

(El Fandi en una foto de Ernesto Naranjo "Pasándose al toro por la faja")




Estamos atravesando un invierno de los más crudos que uno recuerda. Independientemente de la rigurosidad climatológica, estamos pagando las consecuencias de la rigurosidad de los montajes de algunos “taurinillos” que, tomando como trampolín la subvención que algunos ayuntamientos les conceden sin tope, sirven para que el público que es soberano pueda disfrutar como el que más de un espectáculo taurino.

Luego, llega el día y la hora y tras llenarse las gradas de público con sus neveras portátiles y recipientes de anticongelantes rebosantes de vino, “calimocho” o cualquier otra mezcla que cumpla el objetivo de alegrar el espíritu, salen por chiqueros uno tras otro, toros con cabezas impresentables o inválidos o sin trapío ninguno. Pero claro, cuando concedieron al empresario la subvención también casi exigieron la contratación de los toreros figuritas que salen por la tele o, cuanto menos, en los programas o revistas del corazón. Además alternan con estos “figuritas”, toreros dignos y profesionales que, sin aspavientos de ningún tipo, tienen bastante más calidad que los otros, pero por desgracia, se llevan la menor parte económica aunque se jueguen la vida de igual forma pero están supeditados a los caprichos de ciertos empresarios y a los ejecutivos de las cadenas televisivas para que sean contratados.

Después de hacer el esfuerzo, viene otra de las cosas casi tan importantes como mostrar el valor y el arte en una Plaza de Toros con o sin televisión de por medio: Cobrar lo estipulado. Ahí es cuando empieza a “fallar la cosa” y para los toreros modestos saldrán del empresario palabras tan alentadoras y tan prometedoras como “ya liquidaremos” “al final de temporada, hablamos”…y el mazazo final viene cuando al final de temporada no aparece el empresario es cuestión y, por último, cuando lo localizan no tiene dinero pero que “no te preocupes que tu serás de los primeros en cobrar”.

Lo cierto y verdad es que el “figurita” que alternó con él esa misma tarde, antes de acabar la corrida, estaba ya su dinero en poder de su apoderado.
En nuestra tierra tenemos un refrán que dice: “a perro flaco todo se le vuelven pulgas! Hay una forma muy gráfica de definir el descanso de los toreros y que además sirve de catalizador del resultado económico de la temporada anterior: “Pasar un buen o un mal invierno”.

Hay toreros modestos que tendrán que pasar por la crisis económica, las bajas temperaturas y por la carencia y ausencia de un dinero que podría estar utilizando para pasar un invierno menos crudo porque es legítimamente suyo y que se ha ganado a sangre y fuego.

Cuantos toreros que tienen un magnífico concepto de su arte y son unos profesionales como la copa de un pino, se ven desprovistos de las mieles de la popularidad. Seguramente, porque para ellos lo más importante es su profesión y fuera de estar vestidos de luces en las Plazas de Toros, resguardan su vida privada. Mientras tanto, toreros cuyo único mérito es su preparación física, su simpatía personal, o la vida amorosa bien aireada en las revistas del corazón, se llevan la parte económica más sustanciosa.

Bueno, pues ni esos han llegado a llenar las Plazas. Los aficionados se resignan a presenciar corridas de toros, aunque sean retransmitidas por televisión, en las Plazas más importantes de España como Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao…etc.

Todo esto ¿Por qué? Porque es donde verdaderamente se entregan los figuras y donde salen los toros bien presentados, además de tener un público con un mínimo de exigencia. Estos toreros no sólo no tienen que sufrir la crudeza del invierno porque la mayoría de ellos se van a torear a América, sino que además tienen la cartera llena.
Mientras tanto, otros tendrán que seguir esperando a cobrar, después de haberse “jugado la vida” por las Plazas de esta provincia.

lunes, 15 de diciembre de 2008

JULIA OTERO Y LA MALA SUERTE DE LOS CANGREJOS




José Luis Garrido Bustamante

Es alarmante comprobar la rapidez con la que caen en el insulto los miembros más jóvenes de las actuales generaciones. No ya los del gremio de los conductores recientes, hechos a pegarse como lapas a la trasera del vehículo que conducimos, sin respeto alguno a las distancias, y a imponernos su desprecio a las limitaciones de velocidad, hostigándonos desvergonzadamente para que corramos como ellos y haciéndonos toda clase de muecas ofensivas cuando nos adelantan, sino aquellos que pueden estar llamados a dar ejemplo de mesurada convivencia por el lugar que ocupan en las actuales estructuras sociales.

Es el caso de la presentadora de televisión y locutora de radio Julia Otero.
Julita que nos enseñaba unas bien torneadas piernas cuando se asomaba en la tele y que las cruzaba con tan estudiada coquetería que siempre daba la impresión de que iba a enseñar más de la cuenta, sin que jamás sucediera tal cosa –comentario éste que, de llegar a sus oídos, tildaría poco menos que de machista-
ha dicho el otro día cosas muy graves contra los aficionados a las corridas de toros en el curso de uno de sus programas radiados.

Yo no lo escuché, pero como el hecho ha saltado a la prensa, lo conozco a través de la versión que ha dado del mismo un lector de ABC. La señorita Otero nos tacha a los aficionados de personas repugnantes afirmando que “le cuesta creer que haya seres humanos, compatriotas nuestros, que abrazarán a sus hijos por las noches y los llevarán al colegio por las mañanas, que se diviertan con eso.”
A lo que, no contenta con lo expuesto, ha añadido como colofón que “Le da asco pensar en esa gente porque viven aquí al lado. Son compatriotas nuestros”.

Entré el otro día a telefonear en un bar porque, con esto de los fríos, como decía Pepe Isbert, me estaba telefoneando en los pantalones y atendí sin proponérmelo a la discusión entre el tabernero y el único cliente que se acodaba en el mostrador. Este, aficionado taurino, según colegí por sus palabras. El otro, contrarío a la fiesta. Hablaban de lo mismo. El contenido del alegato de la señorita Otero. Y, cuando, al parecer, el aficionado empezaba a retirarse a sus cuarteles, cansado o harto del empecinamiento de su oponente, echó una mirada al televisor y vio cómo en la Uno, en el programa España Directo, un cocinero explicaba cómo se hacían los cangrejos a la marinera precisando que había que echar a los animalitos vivos a la sartén para que se cocieran en el agua hirviendo.

La cámara seguía sus palabras y podía apreciarse en primer plano los saltos que pegaban los pobres crustáceos mientras iban muriendo poco a poco.

El taurino abortó su retirada y dijo a modo de comentario.

-- Lástima que esto no lo esté viendo la señorita Otero. ¡Qué mala suerte tienen los cangrejos!

Y la discusión se acabó.

Yo me acordé entonces de la anécdota de la rejoneadora peruana Conchita Cintrón que, después de defender la Fiesta Brava en una ocasión similar, ante la dueña del restaurante en el que había entrado para comer, hubo de responder a ésta si le apetecía un rico pollo enchilado, a lo que Conchita repuso sin dudarlo:

-- ¿Un pobre pollito indefenso que no sabemos lo que habrá sufrido mientras le retorcían el pescuezo?... ¡Qué crueldad! Cualquier otra cosa menos eso.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL TIEMPO PASA...Y LUEGO VIENEN LAS PRISAS






Con motivo de la entrega de los trofeos taurinos “Casa Pepe”, además de disfrutar del excelso lujo de saborear sus viandas, pudimos disfrutar de la presencia de un buen rosario de políticos que, por supuesto, no dudaron en ningún momento, en cada una de sus alocuciones, en dar su apoyo, algunos en palabras a la Fiesta, llegando incluso a cantar las excelencias de la misma. Otros, en nombre de la institución que representan, dijeron que están trabajado mucho de una “forma silenciosa”, tan silenciosa y tan “ocultista”, añadimos nosotros, que no se atisba intención de hacer algo por la Fiesta en la capital.

Todos estos políticos que “sacan pecho” en defensa de la Fiesta, sobre todo en estas cenas, nos hicieron recordar que la Excelentísima Diputación Provincial de Ciudad Real, como propietaria de la Plaza de Toros de Ciudad Real, desde finales de septiembre que expiró el contrato con la anterior empresa arrendataria, no ha movido un dedo todavía para configurar un nuevo pliego de condiciones para que concurran los licitadores y se adjudique la explotación de tan significativo edificio para la temporada 2009.

El pasado año, por la premura que tuvo para confeccionar los carteles la empresa adjudicataria, que solamente propiciaron los responsables de la Diputación con su aparente abulia jalonada con una serie de dilaciones innecesarias e injustificadas, tuvimos que tragarnos una de las ferias más pobres y cutres que se recuerdan.

A la Feria de Ciudad Real se le quitó un festejo para “no perjudicar demasiado al empresario” y con el fin de ganar en calidad en los carteles y en la presentación del ganado. Al final es el empresario de turno quien perjudica al aficionado conformando unos carteles cutres y faltos de imaginación, además de traer un ganado impresentable para una Plaza de segunda categoría.
Indefinitiva, quien sale perjudicado es el de siempre: el aficionado que tiene que tragarse una feria infumable, según los malintencionados, deliberadamente escasa de atractivo y que va perdiendo cada año en cantidad y calidad.

Bueno. Pues aún así, seguimos quedando aficionados que nos gusta ver en la Plaza primero a un toro con todas sus letras y todos atributos íntegros y, por supuesto, a un torero delante de él. No queremos “figuritas correteadoras”, ni torerillos de segunda fila, aunque salgan en las portadas de las revistas del corazón, que vengan, si es que vienen, a no arriesgar ni un alamar y nos hagan creer que torear es tirar líneas con la muleta, citando con el pico y dirigiendo la embestida hacia fuera.

Esta es la fecha en la que todavía no se ha convocado a la comisión taurina para programar la confección del pliego de condiciones, tal y como se quedó en la última reunión. Además se dijo que había que hacerlo cuanto antes.

Mucha gente, a la que yo no quiero dar excesivo crédito, me ha dicho que toda esta tardanza y esta dejadez es absolutamente deliberada para que luego, debido a la premura, tener que verse avocados a una adjudicación directa o dejar prácticamente maniatado al nuevo empresario y de esta forma él pueda justificarse con la falta de tiempo para confeccionar unos carteles indignos para una Plaza de Toros de capital de provincia.

Luego, cuando salgan por los chiqueros toros impresentables, si trapío ninguno acorde con una Plaza de segunda categoría, se defenderá el empresario diciendo: “Esto es lo que había en el campo. No he tenido tiempo para contratar una corrida mejor presentada”. Todo ello, probablemente se hará con la anuencia del equipo veterinario de turno, si el empresario ha tenido la habilidad de llevarlos a la finca para observar los toros en su “habitat”. Curiosamente, cuando esto sucede, no les ven pegas por ningún lado. Debe ser que los toros en el campo crecen o en la Plaza, menguan.