Un artículo de José Luis Garrido Bustamante
Durante el invierno, los toreros y los aficionados se reúnen para hablar de lo que les une y les gusta más que nada, la fiesta de los toros. Es como un “cineforum” que proyecta el encadenado de las películas taurinas sin ir a la plaza y cada uno de los asistentes ve la suya en la pantalla personal de la imaginación y los recuerdos.
Manuel Jesús “El Cid”, el torero de Salteras tiene su peña, en su pueblo, y en ella se organizan cada año unos ciclos de conferencias en los que participa naturalmente el torero y otros invitados de prestigio táurico con este fin, declarado y jamás oculto, de seguir hablando de toros, para ver toros aunque no haya corridas.
“El Cid” intervino el otro día y, como siempre hace, se sinceró con sus paisanos contertulios. Yo estuve. Y, avaro confeso de saberes taurinos, tomé algunas notas para conservar el oro de los pensamientos y la plata de las confidencias que allí se desgranaban.
Dijo Manuel Jesús que le parece que va progresando en su toreo. Que, en la última temporada, ha vuelto a mostrarse irregular en el manejo de la espada y que ello le ha privado de salir por las puertas grandes de Madrid, Sevilla, Murcia, Albacete y
algunas más…pero que le ha servido todo, que está convencido de que va a aprovechar la lección porque es plenamente consciente de lo que ha hecho bien y de lo que le ha salido mal.
“El Cid” ha dejado de ser el torero novedad. El lo sabe. E, igualmente, percibe que las exigencias de los públicos hacia él son distintas y más rigurosas. “Por eso, confirma, es tan duro llegar a figura” y añade que su izquierda, ensalzada desde el principio de sus triunfos, ha ocultado algunos otros valores de su forma de torear porque los comienzos suelen dejar marcado a cualquier torero. Así, por ejemplo, su manejo del capote desde que aparece el toro, aunque en la actualidad, gran parte de ellos salen sueltos y dificultan la instrumentación de las verónicas que a él agradan sobremanera.
Cosa parecida le ha sucedido con su derecha, siendo así que muchas faenas ha tenido que desarrollarlas siempre por ese lado en el que se hallaba el pitón más accesible del animal.
El torero de Salteras confesó, ante una masiva audiencia de aficionados de su localidad y de otros llegados de fuera, que atendían absortos sus palabras, que ha cubierto la última temporada con dificultades en su hombro derecho, mostrando cómo, a través de la ropa, se aprecian graves incorrecciones en la articulación del brazo con la clavícula y dijo que ha pedido consulta con el doctor Villamor para ver si, en este ciclo de reposo, puede hallar solución en la clínica del afamado traumatólogo.
El histórico banderillero Andrés Luque Gago y el crítico taurino y director del portal de Internet “Sevillatoro.com” Carlos Crivell hicieron también ponderados elogios del torero y a la pregunta de este ultimo acerca de su proyecto de estoquear seis Victorinos en la Plaza de las Ventas, “El Cid” contestó que, después de haber ofrecido esta gesta tanto en Sevilla como en Bilbao, le parece que se la merece la afición madrileña que tanto le ha apoyado desde el principio. La idea, pues, existe y en su mente está. Sería para San Isidro. La última palabra la tiene Choperita.
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