Mucha polémica está habiendo con la utilización de las cuadrillas mixtas.
Las cuadrillas mixtas significaron un apoyo para la crisis de costaleros que todavía existe en nuestra ciudad. Sobre la base de un número de costaleros que se antoja insuficiente para “calzar” un Paso se vio en su día en algunas Cofradías la posibilidad de completar la cuadrilla con la incorporación de personas del sexo femenino. Como solución de urgencia y si el Paso en cuestión no es excesivamente pesado, ha podido valer para algunos capataces.
Partimos de la base de que todos, hombres y mujeres, somos iguales ante la ley, por tanto tenemos los mismos derechos. Tener los mismos derechos no significa que seamos iguales porque físicamente, por suerte para ambos, un hombre no es igual a una mujer ni una mujer a un hombre.
Seguro que en la forma de trabajar debajo de los Pasos, en líneas generales, el hombre no tiene la misma resistencia física que la mujer. Puede ser que una mujer aporte más trabajo físico debajo de la trabajadera, pero como excepción a la regla, lo normal es que no sea así.
Estoy totalmente convencido que una cuadrilla formada únicamente por féminas tiene un comportamiento fabuloso y, es más, como tienen más gracia para andar que los hombres seguro que resulta hasta más armónico. Como ejemplo está la cuadrilla de la Virgen del Perdón que saliera en su día bajo las órdenes de mi buen amigo Antonio Navarro y que este año saldrá nuevamente “tocando el martillo” previéndose un total éxito.
Los costaleros debajo del Paso son elementos complementarios e interconexos entre ellos. Si una trabajadera “afloja” lo nota la anterior y la posterior. Si un costero o fijador no aguantan con la misma fuerza, esto se transmite a todo el costero y por ende, acaba acusándolo la cuadrilla entera.
Uno, está total y absolutamente convencido que la costalera dará todo lo que pueda.
Al igual que en los JJ.OO. hay modalidades o secciones que son masculino y femenino, aquí en el mundo del costal debe haber bien diferenciado dos tipos de cuadrillas las masculinas y las femeninas. En la final de los 100 metros lisos no pueden competir cuatro hombres y tres mujeres. Lo lógico es que las mujeres compitan en los 100 metros lisos femeninos y los hombres en los 100 metros lisos masculinos. Eso no supone una discriminación para la mujer, sino que es una diferenciación física, lo mismo que ellas paren y los hombres no.
Las cuadrillas mixtas significaron un apoyo para la crisis de costaleros que todavía existe en nuestra ciudad. Sobre la base de un número de costaleros que se antoja insuficiente para “calzar” un Paso se vio en su día en algunas Cofradías la posibilidad de completar la cuadrilla con la incorporación de personas del sexo femenino. Como solución de urgencia y si el Paso en cuestión no es excesivamente pesado, ha podido valer para algunos capataces.
Partimos de la base de que todos, hombres y mujeres, somos iguales ante la ley, por tanto tenemos los mismos derechos. Tener los mismos derechos no significa que seamos iguales porque físicamente, por suerte para ambos, un hombre no es igual a una mujer ni una mujer a un hombre.
Seguro que en la forma de trabajar debajo de los Pasos, en líneas generales, el hombre no tiene la misma resistencia física que la mujer. Puede ser que una mujer aporte más trabajo físico debajo de la trabajadera, pero como excepción a la regla, lo normal es que no sea así.
Estoy totalmente convencido que una cuadrilla formada únicamente por féminas tiene un comportamiento fabuloso y, es más, como tienen más gracia para andar que los hombres seguro que resulta hasta más armónico. Como ejemplo está la cuadrilla de la Virgen del Perdón que saliera en su día bajo las órdenes de mi buen amigo Antonio Navarro y que este año saldrá nuevamente “tocando el martillo” previéndose un total éxito.
Los costaleros debajo del Paso son elementos complementarios e interconexos entre ellos. Si una trabajadera “afloja” lo nota la anterior y la posterior. Si un costero o fijador no aguantan con la misma fuerza, esto se transmite a todo el costero y por ende, acaba acusándolo la cuadrilla entera.
Uno, está total y absolutamente convencido que la costalera dará todo lo que pueda.
Al igual que en los JJ.OO. hay modalidades o secciones que son masculino y femenino, aquí en el mundo del costal debe haber bien diferenciado dos tipos de cuadrillas las masculinas y las femeninas. En la final de los 100 metros lisos no pueden competir cuatro hombres y tres mujeres. Lo lógico es que las mujeres compitan en los 100 metros lisos femeninos y los hombres en los 100 metros lisos masculinos. Eso no supone una discriminación para la mujer, sino que es una diferenciación física, lo mismo que ellas paren y los hombres no.
De todas formas hay capataces y Juntas de Gobierno de nuestra nómina de Cofradías aquí en Ciudad Real, como la Hermandad de la Vírgen de la Misericordia, que admiten las cuadrillas mixtas. Es una opción tan respetable como otra cualquiera. Pero también hay que respetar la forma de organizar y componer de los capataces que lo hacen dejándose llevar por el sentido común y como se ha hecho de siempre.
Desde aquí toda la razón y el respeto a Abenza padre y Abenza hijo porque estamos convencidos que si no admiten cuadrilla mixta en el Palio de la Soledad es porque se trata de capataces clásicos y solamente les guía un único objetivo que salga todo bien y que el Paso que ellos dirigen ande lo mejor posible y sus costaleros trabajen por igual.
De hecho, hace algunos años Marcelino Abenza Corral dirigió, en la localidad cercana de Miguelturra, una cuadrilla compuesta totalmente por mujeres y lo hizo durante cinco años.
De hecho, hace algunos años Marcelino Abenza Corral dirigió, en la localidad cercana de Miguelturra, una cuadrilla compuesta totalmente por mujeres y lo hizo durante cinco años.
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